Aplicación del principio de atingencia en el proyecto Voces Invisibles
El principio de atingencia establece que el ordenamiento jurídico debe estar directamente conectado con las necesidades reales de las personas, y que quienes sufren una determinada situación deben participar activamente en las decisiones que les afectan. Este principio, central en la abogacía social, exige superar una visión abstracta del derecho para anclarlo en la experiencia vivida y en la participación de los sujetos afectados.
En el caso del sinhogarismo, constatamos una desconexión estructural entre el derecho formal y su aplicación práctica. El artículo 47 de la Constitución Española reconoce el derecho a una vivienda digna, pero este derecho no es exigible judicialmente ni tiene mecanismos efectivos de garantía, lo que convierte su reconocimiento en algo simbólico más que real. Esta violación del principio de atingencia perpetúa la exclusión y la invisibilidad jurídica de las personas sin hogar.
Nuestro
proyecto Voces Invisibles asume este reto incorporando el principio de
atingencia como criterio metodológico, ético y jurídico en todo el
proceso:
- Escuchamos testimonios reales de personas en
situación de sinhogarismo, recogidos a través de entrevistas y
conversaciones en espacios como comedores sociales o economatos.
- Consultamos a profesionales del ámbito
social que trabajan directamente con este colectivo, integrando su visión
en el análisis y la reflexión narrativa.
- Usamos los relatos como fuente de análisis
jurídico y narrativo, extrayendo de ellos elementos clave para
identificar vulneraciones, estigmas y carencias legales.
- Diseñamos materiales de sensibilización (frases, infografías, imágenes) que reflejan no una visión externa del problema, sino la voz de quienes lo viven.
- Proponemos, como parte central de la futura Ley
Estatal sobre el Sinhogarismo, la creación de Consejos de Participación de
Personas Sin Hogar, en los que puedan opinar, decidir y evaluar las
políticas públicas que les afectan directamente.
Este enfoque,
basado en la participación directa, fortalece la legitimidad democrática
de las medidas propuestas y responde a los estándares éticos más exigentes del
trabajo social y jurídico. En definitiva, aplicar el principio de atingencia no
es solo una técnica normativa, sino una forma de transformar el derecho
desde abajo, devolviendo voz, presencia y dignidad a quienes han sido
excluidos del sistema.
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